El cliente nos pidió que le ayudáramos a equipar y transformar este remolque Food Truck. Nos encantó el reto y nos pusimos manos a la obra.

Lo primero que hicimos fue analizar el espacio disponible y las necesidades del cliente. Teníamos que optimizar al máximo el interior de la foodtruck, para que fuera funcional, cómoda y segura. Además, teníamos que respetar las normas sanitarias y de seguridad del sector.

Para ello, elegimos un equipamiento de hostelería de calidad, que se adaptara al tamaño y a la forma de la furgoneta. Instalamos una plancha, una freidora, un horno, una nevera, un fregadero, un extractor y varios armarios y cajones para almacenar los utensilios y los alimentos.

También instalamos un sistema eléctrico, de gas y de agua, con sus respectivos depósitos y generadores. Todo ello, con las medidas de protección y prevención necesarias, como extintores, detectores de humo y salidas de emergencia.

Una vez que tuvimos el interior listo, nos centramos en el exterior de la foodtruck. Queríamos que fuera llamativo y que reflejara la personalidad y el concepto del cliente. Decoramos la foodtruck con el nombre y el logotipo del cliente.

El resultado fue una foodtruck única y personalizada, que cumplía con las expectativas y los deseos del cliente. Nos sentimos muy orgullosos de nuestro trabajo y de haber contribuido a hacer realidad su sueño.